Los inversores de todo tipo “temen y esperan por igual el verano”: por un lado, se desean noticias mientras se aguarda la llegada de las vacaciones, por el otro, se cruzan los dedos con la esperanza de que no las haya…

La verdad es que en unos mercados cada vez más pendientes de las transacciones automáticas, las noticias tienen una repercusión que parece cada vez menor. Sin ir más lejos, en renta variable, la compra del Banco Popular por 1 “triste” euro por parte del Santander tampoco es que haya provocado ningún terremoto en los mercados, a pesar del inmenso impacto que ha tenido y tiene la operación, sobre todo para tantos y tantos accionistas del Popular.

Tanto la renta fija como la variable tienen sus “ojos” puestos en las reuniones de Banco Central Europeo y la Reserva Federal.

Tipos negativos en el corto y medio plazo, carteras llenas de bonos a precios elevados y rendimientos exiguos, morosidad remanente, escasa rentabilidad del negocio bancario y datos de empleo insuficientes, no son un campo propicio para las subidas de tipos. Pero de lo que realmente estamos hablando es de acabar con la “respiración asistida”, algo para lo que no parece que estemos preparados ahora mismo.

La intención de Banco Central Europeo sigue siendo la de transmitir un mensaje de retirada progresiva de apoyos al mercado: no es fácil de digerir, la verdad. Tras varios años de barra libre en financiación, volver a una situación como la anterior no parece tarea fácil. Por otro lado, los tipos negativos tampoco ayudan a las economías a seguir adelante y fortalecer un crecimiento “miserable”, como ha manifestado algún premio Nobel. Asustar a los tenedores de bonos tampoco es un plato de gusto para nadie…, “qué demonios, ¡¡si el principal tenedor es el propio BCE!!”. Quizá habría que preguntarse, además, cómo se resolverían las minusvalías de los portfolios de los bancos de inversión y comerciales.

La Reserva Federal, por su parte, ya inició la senda alcista, pero está atrapada en su propio discurso de incremento de tipos: su deseo viene siendo frustrado por los datos económicos desde hace dos años. El crecimiento no es el deseado, el consumo sigue flojeando y el mercado de trabajo…, pues no hay más que ver las declaraciones de la presidenta Yellen en el sentido de que el aumento del consumo de estupefacientes explica el mal dato de población activa… ¡¡¡Sorpresa!!!, en este caso, también, la Fed, es el principal tenedor de bonos en cartera.

Al final, lo cierto es que el escenario de tipos bajos/negativos poco, o nada, ayuda al ciudadano medio en estos momentos de escasez de crédito y de castigo al ahorro… y no parece que haya solución a corto plazo.

 

Miguel Ángel García Antolín
Especialista en Mercados de Capitales