El escenario actual supone un enorme “test de stress” para nuestro tejido empresarial: en este sentido, queremos poner de manifiesto que si bien a corto plazo las compañías están financiando las pérdidas acarreadas por el escenario del Covid-19, a medio plazo, estas pérdidas deberán “cubrirse”, desde el punto de vista patrimonial, de alguna manera, más allá de cómo se hayan financiado.

Tras realizar un análisis “aleatorio” con una muestra de 5.000 empresas con beneficio y que facturaron, según la última información pública, entre 500 mil y 5.000 miles de euros, hemos calculado el impacto que tendría en sus resultados, teniendo en cuenta sus estructura de costes, una caída en sus ventas de 1/3, obteniendo los siguientes resultados:

  • En un 84% de las compañías se registrarían, no menores beneficios, sino pérdidas.
  • Dentro de este colectivo de empresas, las pérdidas representarían más del 100% de sus fondos propios en un 10% de los casos, más del 50% de sus recursos propios en un 21% de las empresas y más del 20% de sus fondos propios en un 48% de los casos.

Con ello queremos significar que serán muchas las compañías que necesitarán capitalizarse, si no consiguen mitigar de forma inmediata las pérdidas del Covid-19 con estrategias de optimización de costes e incremento de la rentabilidad.